Conclusiones (Diario de Gnaamesh)

El chirrido de las jarcias y las amarras del zepelín es interrumpido por el ronco sonido de los motores y las voces chillonas de la tripulación goblin. Retorno a Entrañas desde el continente de Kalimdor, con una sensación de decepción por todo lo que esperaba hallar, pues no es muy diferente de lo que podría haber encontrado entre los muros de la Ciudad Muerta.

La cultura de los orcos es bestial y primitiva. He acabado detestando su ridícula obsesión por el honor y por la fuerza, sus gritos y sus borracheras. Sus más que toscos cerebros no parecen entender el inmenso poder que podrían llegar a desatar sobre el mundo con sólo desearlo. No pueden..o no quieren. Temen demasiado al mordisco de la Oscuridad como para ceder a su seducción, razón por la cual son inútiles para nuestros propios designios. Así pues, la tarea de dominar las oscuras fuerzas de la hechicería recae de nuevo sobre los Renegados.

"Paciencia. Disciplina. Nuestra hora llegará."

Adios a la ciudad de la Luz (Diario de Morgrimm)

El retiro voluntario de la esfera política del Gran Maestre Arkhon ha supuesto el cambio pa ra la Orden del Alba Carmesí. Es una nueva etapa, un nuevo camino lleno de incertidumbres. Para sobrellevar el peso de la titánica tarea llevada a cabo por el Alba, nuestros líderes han decretado una fusión con la también famosa Orden del Sendero de los Sueños, con la que ya estábamos hermanados, con el fin de repartirse responsabilidades. Que la Luz les guíe siempre en su benefactora labor.

En cuanto a mí,  me marcho a seguir mi propia senda: servir a los necesitados de justicia y defensa. El camino en solitario será más duro, pero los enanos somos gente fuerte. ¡ Adios, bella ciudad de Shattrath ! 
¡ Nunca olvidaré tus avenidas bien cuidadas ni el brillo luminoso de tus plazas !

Viaje de estudios (Diario de Gnaamesh)


Dalaran no me aportó grandes cosas, a excepción de unas piedras con runas talladas, seguramente utilizadas por los magos para cerrar y abrir sus cofres. Debo retornar allí más adelante para confirmar esta hipótesis.

Pero ahora tengo que partir a un largo viaje. Mi formación como brujo así lo exige.
Estuve dudando en si consultar antes algunos textos en Lunargenta, la capital de los elfos de sangre, mas una charla con un grupo de ellos en Rémol me hizo cambiar de opinión. Al parecer, es difícil para un hechicero extranjero acceder a sus enormes bibliotecas, a menos que pida un permiso especial a los Veladores de la ciudad y, por desgracia, eso no es posible en estos momentos, pues el gobierno de Lunargenta está pasando por un periodo de transición de poderes. Dado el voluble y retorcido carácter de los elfos de sangre, las cosas podrían terminar de un modo poco propicio para mis fines. Incluso se habla de posibles enfrentamientos entre facciones.

Debo pues, cambiar el rumbo de mis investigaciones. Viajaré al puesto goblin de Trinquete, en busca de la hechicera Menara Nadiz para recibir instrucción como su discípulo, al menos por un tiempo.

Y tiempo tengo de sobra...

Altercado en la Feria (Diario de morgrimm)

No habiendo encontrado más pistas acerca del paradero de la chica humana, me marché a la Feria de la Luna Negra, lugar donde mis hermanos de orden estaban haciendo diversas actividades benéficas para obtener fondos para el nuevo hospicio. Sin embargo, no todo iba a transcurrir tranquilamente, pues un individuo, ataviado como un marino, comenzó a molestar a los caballeros con comentarios y actitudes soeces, por lo que se le pidió que abandonara el recinto ferial, a lo que el ofensor se negó aumentando sus baladronadas.

Hubo momentos de tensión mientras los neófitos de la orden intentábamos reducirlo para echarlo de allí. ¡ El muy insolente se atrevió incluso a tirarme de la barba ! Ciego por la furia, cargué contra él pensando en derribarlo, mas el rufián estaba curtido en estas lides y acabé dando tumbos entre unas cajas y sintiéndome muy ridículo, ofendido en mi honor. Otros hermanos intentaron lo propio y también fueron derribados. al final, el sinvergüenza se escapó, llevándose la espada de uno de los caballeros. Creo que lo tenía planeado desde el principio.

Últimamente, la Orden está recibiendo demasiadas provocaciones de este estilo, quizá debido a su carácter neutral en el conlflicto entre la Alianza y la Horda. Me pregunto si no hay alguien detrás de todo esto..

La Feria llega a Elwyn (Diario de Tholaya)

La Feria de la Luna Negra ha venido al Bosque de Elwyn, plantando su alegre campamento en el pueblo de Villadorada.  Gentes de todas las razas de Azeroth viajan en esta compañía de artistas itinerantes, sin importar procedencia o credos, unidos simplemente por una clara camaradería surgida de largos viajes por todo el mundo, allá donde les lleve su espectáculo errabundo..

Me pregunto si será posible que un día cesen las diferencias entre todos nosotros y podamos compartir nuestro espacio con la misma tranquilidad que lo hacen ellos. Sería estupendo, aunque pienso que quizá se trate de una utopía.

Pero, a pesar de todo, la Feria funciona...¡ Y todo gracias al ingenio de su director, el gnomo Silas Luna Negra !!

Frustración (Diario de Morgrimm)

Imposible encontrar rastro alguno de Zareba. Incluso el nombre de las Espadas de Wrynn resulta extraño para muchos, lo cual me deja bastante perplejo, pues creía que eran una orden militar bastante conocida en la ciudad. Es posible que, tras los desórdenes sufridos en Ventormenta, muchas cosas hayan cambiado. Demasiadas idas y venidas, demasiados cambios de personal...Temo lo peor.

La única referencia que he tenido me la ha dado un borracho del puerto y no es muy fidedigna que digamos. En medio de sus desvaríos e incoherencias, creo haberle entendido que tras la muerte de su comandante al regresar desde la guerra en Vallefresno, las Espadas fueron disueltas por orden del Rey y se formó un gran tumulto en los cuarteles.
Debo consultar los archivos de mi propia orden para averiguar más cosas acerca de los últimos sucesos acaecidos en esta ciudad.

Reunión familiar (Diario de Morgrimm)

Me encuentro en Ventormenta. Conseguí en Forjaz un boleto para la Feria de la Luna Negra y, aprovechando un descanso en mis viajes, decidí usarlo. Esta vez, la feria para en el Bosque de Elwyn, muy cerca de la ciudad humana. El viaje ha sido corto, gracias al tren subterráneo de los gnomos. He de reconocer el asombroso ingenio de nuestros primos, por mucho que hayan perdido las formas últimamente. Sin el subterráneo, el viaje desde Forjaz hubiera resultado bastante fatigoso.

Aprovecharé la visita para reunirme con Zareba, pues hace mucho que no se nada de ella. Me imagino que estará demasiado ocupada con sus labores de soldado como para escribirme, así que supongo que le hará ilusión verme.

¡ Discriminados! (Diario de Tholaya)

Theoticus de Azora no es un mal tipo, para ser humano, se entiende. Los humanos tienden a despreciar a los gnomos, mas este mago los tiene a su servicio y les da un trato digno, lo cual le ha hecho ganar muchos puntos a mis ojos. Tristemente, las palabras más amables que he oído en Ventormenta hacia los gnomos son "Aparta tapón", "Mira por donde vas, que te vamos a pisar" y otras frases por el estilo, de manera que no suelo ir por la capital humana más que lo imprescindible.

Creo que existe una especie de gnomofobia entre los humanos hacia nuestra pequeña e inteligente raza, como si fuéramos una peste que hay que evitar a toda costa. Lo que pasa, a mi entender, es que no soportan la idea de que seamos más inteligentes que ellos y que dominemos los campos del saber con más pericia que un humano medio. Estas criaturas son nobles, fuertes y valerosas, pero no creo que puedan igualar en inteligencia a un gnomo corriente, así que su lógica reacción es de envidia.

Por suerte, mi maestro es una de las excepciones que confirman esta regla. En cuanto tenga tiempo, creo que sería conveniente hacer un estudio estadístico acerca de cuántos humanos son capaces de  entenderse con la raza gnómica. Quizá así, nuestros líderes puedan sacar adelante algunas conclusiones.

Mientras tanto, todavía tengo muchas tareas de laboratorio que acabar..

Mala educación (Diario de Morgrimm)

Creo que a estos gnomos les está afectando demasiado estar lejos de su hogar. Alguien de su gente debería tomar medidas o algo, porque no es normal el descaro con el que nuestros primos se están comportando.

Regresaba, cansado tras una larga cabalgada, a la posada de Thelsamar y me detuve a cambiar unas gemas con el herrero y enterarme de las últimas noticias. En estas estoy, cuando alguien me da un toque en la espalda y oigo una voz que dice "lucha conmigo". Me giro y entonces lo veo: un gnomo, con demasiadas pocas primaveras encima, que me está retando mientras musita extrañas palabras, quizá para conjurar o algo así.
- No. Estoy cansado y no me apetece luchar sin motivo - le respondo intentando ser amable- Me llamo Morgrimm Báldrek, a vuestro servicio si me necesitáis

- ¡ Perdedor ! - dice mi interlocutor con una sonrisa de medio lado - ¡ Lucha !

- Esto..mira, no. Estoy cansado y voy a retirarme pronto. ¿Necesitas algo?

- Dinero - me responde con descaro -

- ¡ Pues búscate un trabajo ! - le digo escandalizado por su atrevimiento.Mientras, los transeúntes vuelven la cabeza.

Miro al mocete de arriba a abajo como si nunca hubiera visto un gnomo y prosigo con mis cosas. Al poco, le oigo retar a uno de los montaraces que protegen el camino. Creo que lo que le responde pondría colorada a su venerable madre en Forjaz.

Termino de hacer mis negocios y comienzo a desensillar a Khazdom, que sacude su pelaje con gusto.

- ¡ Vivir para ver ! - le digo a la bestia, que me mira con sus grandes ojos, mientras me encamino a la posada sacudiendo la cabeza, pensando en qué lugar se perdió el espíritu de Gnomeregan y en que pronto se me pasará tras una buena jarra de cerveza enana.

Acechando en Dalaran (Diario de Gnaamesh)

La magia arcana fluye en estado puro desde las ruinas del cráter de Dalaran, llenando mi cuerpo con renovadas energías, revitalizando mi carne muerta con miríadas de sensaciones, todas ellas placenteras.

Pero no he venido aquí a deleitarme con el campo de magia del cráter. Mi propósito en este lugar es recuperar objetos y textos valiosos que pudieran haber quedado aquí, ocultos entre los derruidos muros...o en poder de alguno de los guardianes que los magos han dejado aquí.

El lugar rebosa de incesante actividad. Presiento sus almas vivientes revoloteando como moscas alrededor de los focos de poder, husmeando entre las ruinas. Muchos iniciados son enviados a este paraje para aprender del pasado, me imagino que como parte de su aprendizaje de magos, y bastantes de ellos, los más pudientes, portan valiosos objetos traídos desde sus escuelas de magia. Objetos que ahora percibo a mi alcance..

Esto va a ser como quitarle un caramelo a un niño.