Regreso (Diario de Gnaamesh)

Seguridad. Esa es la palabra que me viene a la mente cuando evoco mi Sancta Sanctorum, mi laboratorio privado, mi refugio.

Aquí reposan todo tipo de libros recogidos y recuperados a lo largo del tiempo por mís propias manos. Hay arcanos grimorios, decrépitos tomos prohibidos y fuentes de saberes tan antiguos como el mismo tiempo, alternados con modernos manuales de alquimia y recopilaciones de relatos y leyendas de todo Azeroth. Este lugar, con su olor a cerrado, a viejos pergaminos y a cera de vela es mi refugio, mi lugar secreto.

La construcción del laboratorio subterráneo y de la cámara de invocacíones comenzará pronto. Debo hallar a los obreros capacitados para ello entre la chusma goblinoide que ha desembarcado en estas tierras. Gente laboriososa y prescindible llegado el momento.

El Brujo de Argénteos ha vuelto.

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