Una cuestión de honor (Diario de Tholaya)

Una vez que hube demostrado que la capacidad innata para el antiguo arte gnómico de la mecánica también fluía por mis venas y que era capaz de vivir con ello, mis queridísimos familiares me dejaron salir de nuestra querida casa. Ahora por fin soy una gnoma libre ya que, aunque ciertamente podría haber intentado teleportarme de allí a cualquier otro lugar utilizando mis conocimientos arcanos, eso hubiera supuesto la inmediata expulsión del seno familiar y la deshonra para toda mi vida, que se me antoja será larga.



Ahora todo ha cambiado y puedo ir a donde me de la gana, siempre y cuando siga comportándome como un gnoma laboriosa y capaz de utilizar mi intelecto para el servicio de mi raza.

Pero antes debo terminar una tarea pendiente, una última prueba. Tengo que retornar a las ruinas de Gnomeregan, recuperar un fragmento de un mamparo de nuestra querida ciudad y traerlo a la superficie. Sólo así habré completado mi aprendizaje y podré ganarme el derecho a tener mi propio apellido, mi propio taller artesano y el reconocimiento comunitario. Es una cuestión de honor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario